Te invitamos a recorrer 86.5 km de caminos rurales que te llevarán a visitar templos antiguos y pintorescos pueblitos del departamento de Boyacá. Un recorrido de cinco etapas para reflexionar, admirar y conectarte con tu fe y tu entorno.
Al llegar al final de cada etapa llegarás a una típica población Boyacense donde disfrutarás de la hospitalidad de sus gentes, y encontrarás hospedajes y comidas típicas.
Una ruta que combina espiritualidad, naturaleza y auténtica vida campestre.
Todo un desafío para:
-PEREGRINOS
-SENDERISTAS
-CICLOMONTAÑISTAS
-AMANTES DE LA NATURALEZA
Distancia: 14 km
Nivel: Moderado
Tiempo aproximado: 3.5 horas
El recorrido se inicia visitando la iglesia de nuestra señora del milagro del topo, patrona de Tunja y de la Fuerza Aérea Colombiana. Este monasterio con decoraciones barrocas fue fundado en 1600 y es actual convento de las hermanas concepcionistas franciscanas. Un lugar especial para el recogimiento y la oración antes de emprender la ruta hacia Chiquinquirá.
No te olvides de recargar tus baterías para el viaje con una visita al café del convento donde podrás disfrutar de delicioso masato con amasijos y otras delicias preparadas por las hermanas del convento, o tal vez comprarte una medallita de la virgen para que te proteja durante el camino.
Luego debes comenzar el ascenso del cerro San Lázaro utilizando la diagonal 16B (Google Maps) o calle 17. Después de aprox. 1.5 km de cuesta empinada, alcanzarás la cima del cerro y tu esfuerzo será recompensado con bellas panorámicas de la ciudad de Tunja. Este mismo mirador fue utilizado por Simón Bolívar en la mañana del 7 de agosto de 1819 para monitorear el movimiento de las tropas españolas.
El camino prosigue hacia el sur occidente a través de fértiles campos de trigo y papa, a una altitud entre los 3000 y 3200 metros. Podrás observar las faenas agrícolas que utilizan las mismas técnicas de hace siglos donde el uso de la máquina aún no ha reemplazado al azadón, encontraras a tu paso gentes alegres y cordiales y escucharás en la distancia pequeños radios ruidosos con mezclas de música carranguera y mexicana.
Siguiendo la ruta hacia Cucaita caminarás aprox. 9 km hasta llegar a la vereda Escalones donde la campiña verde se estrella con las impactantes crestas rocosas de la cordillera. Alla encontrarás el centro de escalada de Cucaita, famoso entre los amantes de la escalada en roca, excelente lugar para detenerse y tomar fotografías del hermoso panorama con vistas del valle de Samacá a la distancia.
De este punto comenzarás el descenso hacia Cucaita, observarás que el paisaje cambia a medida que desciendes y se torna más seco, cruzarás bosques de pinos y eucaliptos donde los escasos halcones que sobreviven en el área se asoman en lo alto para darte una mirada curiosa.
Después de aprox. 4 km de descenso llegarás a la histórica población de Cucaita, que yace en un recodo del valle de su nombre. Allí podrás descansar y reponer energías para el siguiente día mientras disfrutas de su acogedor ambiente colonial.
No te olvides de recargar tus baterías para el viaje con una visita al café del convento donde podrás disfrutar de delicioso masato con amasijos y otras delicias preparadas por las hermanas del convento, o tal vez comprarte una medallita de la virgen para que te proteja durante el camino.
Luego debes comenzar el ascenso del cerro San Lázaro utilizando la diagonal 16B (Google Maps) o calle 17. Después de aprox. 1.5 km de cuesta empinada, alcanzarás la cima del cerro y tu esfuerzo será recompensado con bellas panorámicas de la ciudad de Tunja. Este mismo mirador fue utilizado por Simón Bolívar en la mañana del 7 de agosto de 1819 para monitorear el movimiento de las tropas españolas.
El camino prosigue hacia el sur occidente a través de fértiles campos de trigo y papa, a una altitud entre los 3000 y 3200 metros. Podrás observar las faenas agrícolas que utilizan las mismas técnicas de hace siglos donde el uso de la máquina aún no ha reemplazado al azadón, encontraras a tu paso gentes alegres y cordiales y escucharás en la distancia pequeños radios ruidosos con mezclas de música carranguera y mexicana.
Siguiendo la ruta hacia Cucaita caminarás aprox. 9 km hasta llegar a la vereda Escalones donde la campiña verde se estrella con las impactantes crestas rocosas de la cordillera. Alla encontrarás el centro de escalada de Cucaita, famoso entre los amantes de la escalada en roca, excelente lugar para detenerse y tomar fotografías del hermoso panorama con vistas del valle de Samacá a la distancia.
De este punto comenzarás el descenso hacia Cucaita, observarás que el paisaje cambia a medida que desciendes y se torna más seco, cruzarás bosques de pinos y eucaliptos donde los escasos halcones que sobreviven en el área se asoman en lo alto para darte una mirada curiosa.
Después de aprox. 4 km de descenso llegarás a la histórica población de Cucaita, que yace en un recodo del valle de su nombre. Allí podrás descansar y reponer energías para el siguiente día mientras disfrutas de su acogedor ambiente colonial.
Distancia: 18 km
Nivel: Moderado
Tiempo aproximado: 5 horas
El recorrido se inicia visitando el antiguo y bello templo doctrinero de Nuestra Señora de Cucaita, el cual se terminó de construir en 1658.
Comenzarás caminando por el lecho de una antigua laguna, el cual se ha transformado en las fértiles planicies del actual valle de los municipios de Cucaita, Sora y Samacá. Atravesarás cultivos de cebolla y campos de riego donde cientos de trabajadores labran la tierra dándole vida al entorno. Te toparás con numerosas motocicletas que circulan por el área reemplazando al los burros y caballos como medio de transporte.
Luego de 5 km de caminar por la relajante planicie ingresarás a la vereda Rondón, una zona montañosa semidesértica, donde la quebrada Churuvita, también conocida como río Samacá, ha labrado un imponente cañón, el cual deberás bordear cuidadosamente en tu ruta. No olvides detenerte a tomar fotografías.
Luego de un camino serpenteante por la ladera de la montaña y con el Parque Nacional de Iguaque como telón de fondo, iniciarás el descenso hacia el valle del río Sáchica. En esta parte de la vía podrás recargar tus fluidos en un par de tiendas que vas a encontrar a la vera del camino. Allí encontrarás gente de la región, que se reúne en estas tiendas para disfrutar de una cervecita al final de la jornada, ellos están siempre dispuestos a charlar contigo y ayudarte en tu ruta con la información que requieras.
Al finalizar el descenso alcanzarás el río Sáchica. Donde continuarás avanzando por un estrecho valle, decorado con pencas gigantes.
1.2 km adelante llegaras a un pequeño paraje resguardado por imponentes montañas que te trasportarán un mundo mágico, antiguo y místico, aquí encontraras las pinturas rupestres Muiscas, estampadas en la roca por nuestros ancestros Chibchas cientos de años atrás. Tómate un tiempo para descifrarlas.
Hacia el final del recorrido deberás pasar a través de una mina abandonada, donde sus dueños restringen el paso a extraños, pero una pequeña negociación usualmente facilita las cosas. De otro modo debes deshacer los últimos 1,2 km y continuar tu camino a través de la carretera asfaltada y por la vía Libertad para alcanzar la bella villa de Sáchica un par de km más adelante. Revisa tu mapa para verificar la ruta.
Una vez en Sáchica podrás relajarte y disfrutar de una villa antigua con las facilidades de ciudad moderna. ¿Qué tal un baño termal en esta parte del recorrido?
Luego de 5 km de caminar por la relajante planicie ingresarás a la vereda Rondón, una zona montañosa semidesértica, donde la quebrada Churuvita, también conocida como río Samacá, ha labrado un imponente cañón, el cual deberás bordear cuidadosamente en tu ruta. No olvides detenerte a tomar fotografías.
Luego de un camino serpenteante por la ladera de la montaña y con el Parque Nacional de Iguaque como telón de fondo, iniciarás el descenso hacia el valle del río Sáchica. En esta parte de la vía podrás recargar tus fluidos en un par de tiendas que vas a encontrar a la vera del camino. Allí encontrarás gente de la región, que se reúne en estas tiendas para disfrutar de una cervecita al final de la jornada, ellos están siempre dispuestos a charlar contigo y ayudarte en tu ruta con la información que requieras.
Al finalizar el descenso alcanzarás el río Sáchica. Donde continuarás avanzando por un estrecho valle, decorado con pencas gigantes.
1.2 km adelante llegaras a un pequeño paraje resguardado por imponentes montañas que te trasportarán un mundo mágico, antiguo y místico, aquí encontraras las pinturas rupestres Muiscas, estampadas en la roca por nuestros ancestros Chibchas cientos de años atrás. Tómate un tiempo para descifrarlas.
Hacia el final del recorrido deberás pasar a través de una mina abandonada, donde sus dueños restringen el paso a extraños, pero una pequeña negociación usualmente facilita las cosas. De otro modo debes deshacer los últimos 1,2 km y continuar tu camino a través de la carretera asfaltada y por la vía Libertad para alcanzar la bella villa de Sáchica un par de km más adelante. Revisa tu mapa para verificar la ruta.
Una vez en Sáchica podrás relajarte y disfrutar de una villa antigua con las facilidades de ciudad moderna. ¿Qué tal un baño termal en esta parte del recorrido?
Distancia: 15 km
Nivel: Moderado
Tiempo aproximado: 4 horas
El día comienza con una visita al templo doctrinero de San Lorenzo, construido en el siglo XVII. Luego de unos minutos para preparar tu mente y tu espíritu para tu jornada deberás inicial el cruce del desierto de la Candelaria. Esta ruta sigue un camino veredal señalizado con marcas de “Caminos de Arcilla”.
Antes de comenzar el asenso encontrarás la última tienda del camino apropiada para llenar tu cantimplora, luego seguirás un ascenso por área desértica aunque no desolada, ya que emprendedores campesinos han logrado cultivar en el desierto tomates y legumbres utilizando el sistema invernadero.
Desafortunadamente, También encontrarás invernaderos abandonados que contaminan el paisaje con su plástico.
La ruta continua por la vereda el Tintal a través de campos de arena y roca, escalando lomas y cruzando hondonadas donde la soledad y el silencio serán tus compañeros de camino y el sonido del viento tu música. Un área para ir despacio y respirar profundo.
Luego, al iniciar el descenso, divisarás el valle del río Ráquira, con sus casitas llenas de vida y en la distancia verás las verdes montañas que señalan el final del desierto.
Después de bajar por el rocoso y arenoso camino decorado con árboles de acacia y pinos encontrarás al lindísimo monasterio de la Candelaria, fundado en 1604 por los frailes de la orden de Agustinos Recoletos. Un lugar detenido en el tiempo y especialmente preparado para la espiritualidad y en encuentro con Dios.
Es posible encontrar alojamiento y comida en la posada de San Agustín, el moderno hospedaje de peregrinos del monasterio, o en uno de los hoteles de los alrededores.
Desafortunadamente, También encontrarás invernaderos abandonados que contaminan el paisaje con su plástico.
La ruta continua por la vereda el Tintal a través de campos de arena y roca, escalando lomas y cruzando hondonadas donde la soledad y el silencio serán tus compañeros de camino y el sonido del viento tu música. Un área para ir despacio y respirar profundo.
Luego, al iniciar el descenso, divisarás el valle del río Ráquira, con sus casitas llenas de vida y en la distancia verás las verdes montañas que señalan el final del desierto.
Después de bajar por el rocoso y arenoso camino decorado con árboles de acacia y pinos encontrarás al lindísimo monasterio de la Candelaria, fundado en 1604 por los frailes de la orden de Agustinos Recoletos. Un lugar detenido en el tiempo y especialmente preparado para la espiritualidad y en encuentro con Dios.
Es posible encontrar alojamiento y comida en la posada de San Agustín, el moderno hospedaje de peregrinos del monasterio, o en uno de los hoteles de los alrededores.
Distancia: 12 km
Nivel: Moderado
Tiempo aproximado: 3 horas
Después de un período de reflexión en el Monasterio de la Candelaria, la ruta se dirige hacia la bella ciudad artesanal de Ráquira, avanzarás por el lado derecho del Río la Candelaria para después girar a la izquierda por la vía de acceso al Hotel Suamena. Atravesarás el río e iniciarás el ascenso de la empinada cuesta hasta alcanzar la cima de la montaña. En este trayecto la ruta va siguiendo un viejo camino vecinal. Una vez alcanzada la cumbre descenderás directamente hacia Ráquira. Una ruta relativamente corta, pero exigente, ya que se cruza la montaña en línea recta.
En Ráquira se puede visitar su histórica iglesia construida en el año 1600 con estilo “Gótico-Colonial” y pasar un tiempo curioseando por las numerosas tiendas de artesanías. Al caminar por sus coloridas calles vas a tener la oportunidad de escuchar alegre música carranguera originaria de esta región y famosa en el resto del mundo.
Después de descansar un rato en Ráquira, la etapa continua por una ruta plana hacia la población de Tinjacá.
En esta sección avanzarás aprox 3 km por la vía asfaltada que une Ráquira con tres-esquinas, pasando por la antigua tienda de la Rochela, para después desviar a la derecha a conectar con la vía alma, cruzarás el río Ráquira por un antiguo puente de madera, tan bello como peligroso, dado su pobre estado de conservación.
Caminarás otros 2.5 km por entre matas de guayaba y árboles decorados con musgos colgantes, hasta llegar al antiguo municipio de Tinjacá, donde podrás relajarte, comer fritanga y degustar exquisitas arepas de mazorca, también puedes pernoctar en uno de sus pequeños hoteles.
En Ráquira se puede visitar su histórica iglesia construida en el año 1600 con estilo “Gótico-Colonial” y pasar un tiempo curioseando por las numerosas tiendas de artesanías. Al caminar por sus coloridas calles vas a tener la oportunidad de escuchar alegre música carranguera originaria de esta región y famosa en el resto del mundo.
Después de descansar un rato en Ráquira, la etapa continua por una ruta plana hacia la población de Tinjacá.
En esta sección avanzarás aprox 3 km por la vía asfaltada que une Ráquira con tres-esquinas, pasando por la antigua tienda de la Rochela, para después desviar a la derecha a conectar con la vía alma, cruzarás el río Ráquira por un antiguo puente de madera, tan bello como peligroso, dado su pobre estado de conservación.
Caminarás otros 2.5 km por entre matas de guayaba y árboles decorados con musgos colgantes, hasta llegar al antiguo municipio de Tinjacá, donde podrás relajarte, comer fritanga y degustar exquisitas arepas de mazorca, también puedes pernoctar en uno de sus pequeños hoteles.
Distancia: 27.5 km
Nivel: Difícil
Tiempo aproximado: 8 horas
Después de visitar la iglesia de San Blas de Tinjacá, la cual data del siglo XVII, hay que preparar el espíritu para la última jornada de la Ruta del Santuario, la cual es también la más larga y difícil de todas. Tienes al frente 27.5 km de marcha y deberás coronar una cima a 2800 metros de altitud.
Esta etapa inicia con un recorrido de 2.3 km por la vía asfaltada que conduce a Chiquinquirá y luego se toma a la izquierda una carretera veredal que se dirige a San Miguel de Sema en un punto señalizado como “km 23”. Sobre esta vía se avanzan otros 3 km para luego desviar a la derecha, atravesar una pintoresca quebrada y comenzar los aprox. 6 km de ascenso hacia la escuela de Arboledas en la cima de la montaña. En este recorrido pasarás por la escuela Tijo y por las tiendas de la Fragua y el Crucero, las cuales te pueden servir como puntos de referencia y para hacer una pausa en el camino.
Es muy importante hacer uso del GPS, ya que hay muchas pequeñas carreteras en el área y es fácil confundirse. No dudes en preguntar a la gente a lo largo de la ruta, la cual es muy amable y dispuesta a brindarte la información que necesites.
Una vez en la cima de la montaña, cuando alcances la escuela de Arboledas tienes que dirigirte unos 100 metros a la derecha para encontrar una ruta que bordeando la cima de la montaña y desciende gradualmente hacia el valle del Río Suárez. En este sector del camino podrás disfrutar de aire frío y puro filtrado por bosques de pinos y eucaliptos
Esta es una área remota y poco visitada, debes asegurarte de llevar suficientes provisiones y carga en la batería en tu celular. Curiosamente, observé que esta parte de la ruta está señalizada por flechas azules que fueron colocadas para una carrera ciclística y aún están visibles.
El descenso hacia el valle del Río Suárez es adornado con el panorama del valle distante, observarás planicies de verde intenso, matizado con los puntos blancos y negros de las vacas lecheras, quienes interrumpen el silencio con sus bramidos. Atravesarás unos de los últimos bosques de robles que aún sobreviven en el área y atraerás el ladrido de los perros con el crujir de las hojas.
Luego de 5.5 km de gradual descenso, vas a alcanzar las fértiles tierras del valle del río Suárez, allí encontrarás la vía asfaltada que de San Miguel conduce a Chiquinquirá. Llevas aprox. 18 km de tu etapa. Este es un buen momento para revisar tus energías y medir tus esfuerzos para los últimos 10 km que te separan del Santuario de la virgen de Chiquinquirá. Recuerda que en este punto de la ruta puedes tomar un servicio de transporte público si crees que debes dividir tu etapa en dos.
Continuando tu camino debes seguir la ruta asfaltada con dirección a Chiquinquirá por aprox. 1.2 km para luego desviarte hacia la izquierda para tomar la vía veredal que conduce a dos caminos. Aquí la ruta avanza 5 km en línea recta siguiendo la cima de la montaña que divide el valle en dos, pasarás por las escuelas de balsa arriba y balsa abajo las cuales se pueden utilizar como punto de referencia, luego encontrarás la vía asfaltada que une a Tunja con Chiquinquirá este sito conocido por los locales como dos caminos.
Los últimos 4 km de la ruta se hacen siguiendo la ruta asfaltada que une Tunja con Chiquinquirá, atravesarás el río Suárez por el puente de la balsa. Detente por una foto del Castillo del Olimpo y del puente de calicanto de la balsa y continúa que ya llegaste al Santuario de La Virgen de Chiquinquirá, donde la virgen milagrosa premiará tus esfuerzos con bendiciones y mucha felicidad.
Esta etapa inicia con un recorrido de 2.3 km por la vía asfaltada que conduce a Chiquinquirá y luego se toma a la izquierda una carretera veredal que se dirige a San Miguel de Sema en un punto señalizado como “km 23”. Sobre esta vía se avanzan otros 3 km para luego desviar a la derecha, atravesar una pintoresca quebrada y comenzar los aprox. 6 km de ascenso hacia la escuela de Arboledas en la cima de la montaña. En este recorrido pasarás por la escuela Tijo y por las tiendas de la Fragua y el Crucero, las cuales te pueden servir como puntos de referencia y para hacer una pausa en el camino.
Es muy importante hacer uso del GPS, ya que hay muchas pequeñas carreteras en el área y es fácil confundirse. No dudes en preguntar a la gente a lo largo de la ruta, la cual es muy amable y dispuesta a brindarte la información que necesites.
Una vez en la cima de la montaña, cuando alcances la escuela de Arboledas tienes que dirigirte unos 100 metros a la derecha para encontrar una ruta que bordeando la cima de la montaña y desciende gradualmente hacia el valle del Río Suárez. En este sector del camino podrás disfrutar de aire frío y puro filtrado por bosques de pinos y eucaliptos
Esta es una área remota y poco visitada, debes asegurarte de llevar suficientes provisiones y carga en la batería en tu celular. Curiosamente, observé que esta parte de la ruta está señalizada por flechas azules que fueron colocadas para una carrera ciclística y aún están visibles.
El descenso hacia el valle del Río Suárez es adornado con el panorama del valle distante, observarás planicies de verde intenso, matizado con los puntos blancos y negros de las vacas lecheras, quienes interrumpen el silencio con sus bramidos. Atravesarás unos de los últimos bosques de robles que aún sobreviven en el área y atraerás el ladrido de los perros con el crujir de las hojas.
Luego de 5.5 km de gradual descenso, vas a alcanzar las fértiles tierras del valle del río Suárez, allí encontrarás la vía asfaltada que de San Miguel conduce a Chiquinquirá. Llevas aprox. 18 km de tu etapa. Este es un buen momento para revisar tus energías y medir tus esfuerzos para los últimos 10 km que te separan del Santuario de la virgen de Chiquinquirá. Recuerda que en este punto de la ruta puedes tomar un servicio de transporte público si crees que debes dividir tu etapa en dos.
Continuando tu camino debes seguir la ruta asfaltada con dirección a Chiquinquirá por aprox. 1.2 km para luego desviarte hacia la izquierda para tomar la vía veredal que conduce a dos caminos. Aquí la ruta avanza 5 km en línea recta siguiendo la cima de la montaña que divide el valle en dos, pasarás por las escuelas de balsa arriba y balsa abajo las cuales se pueden utilizar como punto de referencia, luego encontrarás la vía asfaltada que une a Tunja con Chiquinquirá este sito conocido por los locales como dos caminos.
Los últimos 4 km de la ruta se hacen siguiendo la ruta asfaltada que une Tunja con Chiquinquirá, atravesarás el río Suárez por el puente de la balsa. Detente por una foto del Castillo del Olimpo y del puente de calicanto de la balsa y continúa que ya llegaste al Santuario de La Virgen de Chiquinquirá, donde la virgen milagrosa premiará tus esfuerzos con bendiciones y mucha felicidad.
1. Paz y Conexión Espiritual.
2. Contacto directo con la Naturaleza.
3. Templos Antiguos.
4. Actividad Física.
5. Aventura.
6. Paisajes espectaculares
7. Lindas fotografías
– Planea su viaje con anticipación.
– Revisa la ruta en nuestra página web.
– Consulta el clima.
– Lleva tu teléfono móvil con batería cargada.
– Infórmale a tus amigos de tus planes.
– Lleva algún dinero para emergencias.
– Ten precaución y dale prioridad a los carros y motocicletas que encuentres en la vía.
– Por favor proteje el medio ambiente.
– Mochila de senderismo
– Chaqueta resistente al agua
– Calzado apropiado
– Alimentos o snacks
– Agua o hidratación: mínimo 2 litros por persona
– Protección solar: Gorro, bloqueador, gafas
– Una herramienta de navegación que sepas usar: un teléfono inteligente con navegación, un mapa, una brújula, un altímetro, un GPS de senderismo o un reloj con GPS.
– Botiquín de primeros auxilios: Vendas adhesivas y elásticas, antiséptico, manta térmica, analgésicos, linterna frontal con baterías nuevas.
8 respuestas
Es una ruta bastante interesante, les recomiendo revisar el clima en internet para planear mejor el viaje. =)
Ufff se ve muy interesante esta ruta 🙂 y con unos paisajes increíbles!!
Felicitaciones por tan excelente proyecto. Es muy atractiva este Camino de la Virgen
Excelente iniciativa. Gracias
Excelentes recomendaciones, me gustaría que agregara (si se puede) lugares donde uno puede quedarse para seguir la ruta, hoteles o lugares que alquilan para pasar la noche y tomar desayuno y/o donde comprar snacks de un punto a otro para no llevar tanto a la espalda….
Excelente iniciativa, gracias.
Me encantaría hacer este recorrido! Es un hermoso homenaje a nuestra Señora de Chiquinquira y una conexión espiritual muy necesaria. Gracias por tan excelente propuesta!
Estupendo diseño de ruta para conocer y disfrutar de este bello paraje Boyacense y con la motivación de llegar al Santuario de Nuestra Reina y protectora de Colombia.
Las flechas azules a las que hace referencia, no son de una carrera de ciclismo. Son las flechas azules que marcan el Camino de la Virgen, desde la ciudad de Tunja hasta la Basílica de Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá. Y son de este color para continuar con la tradición de marcar en ese color los caminos a los sitios de adoración de la Virgen María, como el caso de Lourdes en Francia y Fátima en Portugal.